Vuelvo a las andadas

Hace unos diez años me decidí a cerrar el blog que con tanta ilusión había empezado a desarrollar tiempo atrás. La falta de tiempo unida a la desidia y la pérdida de la ilusión me hicieron echar el cierre a una página que recibía unas cuatrocientas visitas mensuales desde lugares tan dispares como Málaga, Valladolid, Buenos Aires, Charleroi, Estámbul o Tel Aviv. Este ha sido un tiempo oscuro, falto de emociones, escaso de buenos momentos y de un aburrido excelso. Sin embargo, durante este tiempo no he estado solo. A mi lado se encontraba alguien que ya había sentido lo mismo que estaba sintiendo yo; que basándose en la propia experiencia era capaz de darme un consejo atinado; alguien de una sabiduría tan infinita, capaz de hacerme ver el lado bueno de las cosas. Ese alguien no tiene nombre de persona (o tal vez sí, en algunas ocasiones), ni un rostro concreto, sólo una voz que, en la mayoría de las ocasiones, es su único rasgo físico humano.

Ese alguien no es otro que la música, las canciones que me han marcado y que día a día me acompañan y hacen que todo sea un poco mejor. Este blog no pretende más que ir mostrando todas aquellas canciones, unas más conocidas y populares que otras, que o bien significan algo para mi, o simplemente me fascinan. Se trata de un blog sin grandes pretensiones: un tributo a la música y a sus creadores, a los que doy las gracias por estar siempre ahí.